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El principal arma contra el Bruxismo: la Toxina Botulínica


El Bruxismo tiene muchas consecuencias (dolor, cefaleas, cara cuadrada y asimetrías faciales), que  con infiltraciones de Toxina Botulínica (Botox) pueden ser tratadas.

El Bruxismo se produce de forma inconsciente, especialmente durante el sueño. Pero destroza tus dientes y afecta en muchos casos  de forma importante a la calidad de vida. El Bruxismo supone aproximadamente el 10% de visitas al especialista, y es una causa importante de desgaste de los dientes, además de otros problemas importantes de salud.


La causas están ligadas al estrés o ansiedad, así como a la maloclusión o inadecuada alineación de la mandíbula.


El estrés acumulado está detrás de una patología que miles de personas padecen sin saberlo.
El bruxismo  causa problemas tanto en forma directa como indirecta. Es la causa de lesiones habituales periodontales y del desgaste de los dientes, llegando incluso a fracturarse, incluso perderse. También es causa de trastornos de la articulación temporomandibular, provoca entonces dolores musculares, dolores de cabeza difusos, dolor de oído, de cuello e incluso de dolor de espalda.

Algunos de los tratamientos que se utilizan habitualmente no atacan de raíz el problema, ya que solo sirven para proteger los dientes y bajar la intensidad de ciertas molestias. Incluso el uso de medicamentos como los relajantes musculares, nos son recomendables en todas las personas ni se debe extender su ingesta por periodos prolongados.

Con la toxina Botulínica: fin de las molestias
La primera aplicación clínica de la infiltración local de toxina botulínica se realizó en 1977 en oftalmología. Desde entonces, su uso se ha extendido en muchos ámbitos de la medicina y de la estética, demostrando su efectividad y seguridad en diferentes tratamientos, especialmente en aquellos casos donde aparece hiperactividad muscular.
La toxina botulínica como relajante muscular de larga duración, aporta resultados inmediatos en el tratamiento del bruxismo, relajando los músculos masticadores afectados, sin provocar ningún tipo de efecto secundario.
Está recomendado para todos los casos de bruxismo con hipertrofia muscular, obteniendo excelentes resultados incluso en los más casos mas severos. El procedimiento es sencillo, la sesión dura unos 15 minutos, sin necesidad de anestesia y el paciente puede continuar todas sus actividades en forma normal.

Desde iMAXDE constatamos que los resultados de esta técnica, son extraordinarios. “Se puede rebajar la fuerza muscular considerablemente, eliminando el dolor y las cefaleas, lo que mejora notablemente la calidad de vida y del sueño”, asegura la Cirujana Laura García Arana. Además de la mejora de la calidad de vida este tratamiento proporciona un rostro más afinado. Ayuda a definir los pómulos ya que al suavizar los músculos de la mandíbula, el hueso se ve más pronunciado y esculpido.

Si está interesado en recibir este tipo de tratamiento, para terminar, indicamos algunos consejos importantes antes de inyectarse:
1 Asegúrese de que sea un médico cualificado el que realice el procedimiento de inyectar la toxina botulínica para el tratamiento del Bruxismo
2 Asegúrese de que el médico esté entrenado y tenga experiencia en la infiltración de toxina botulínica en los músculos maseteros.
3 Solicite toda la información que precise acerca de los beneficios y riesgos que entraña esta técnica.
4 Elija una clínica médica garantizada que ofrezca técnicas y equipos adecuados.