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Todo sobre cepillarse los dientes con bicarbonato de sodio

En la redes podemos encontrar muchos remedios caseros para multitud de problemas de nuestra vida cotidiana. Uno de esos remedios que está teniendo mucha repercusión últimamente en las redes es el uso de bicarbonato sódico como blanqueador dental. En este post desde IMAXDE queremos resolver todas tus dudas sobre la eficacia y la seguridad de utilizar este método.

cepillarse los dientes con bicarbonato de sodio
cepillarse los dientes con bicarbonato de sodio 



Ni peligroso ni efectivo

El bicarbonato sódico se  encuentra en las pastas de dientes comerciales como un elemento abrasivo, junto a otros como el carbonato cálcico, el óxido de aluminio, el sílice, o el pirofosfato cálcico. La pregunta crucial es saber cómo de abrasivo es el bicarbonato.

Entre los que lo recomiendan en las redes como blanqueador hay quienes piensan que es demasiado abrasivo y es recomendable mezclarlo. Sin embargo, el índice de abrasividad del bicarbonato es del 7%, un índice bastante bajo si lo comparamos con otros productos de higiene oral que se comercializan.

cepillarse los dientes con bicarbonato de sodio
cepillarse los dientes con bicarbonato de sodio

Por lo tanto, cepillarse los dientes con bicarbonato no supone un gran riesgo de abrasividad para el esmalte, al menos como factor aislado, aunque tenemos que tener en cuenta que hay otros factores que influyen en la abrasividad del cepillado, como la técnica, el tiempo, la presión aplicada, etc. Por tanto, su bajo nivel de abrasividad hace que en principio no resulte efectivo ni peligroso.

¿Y si combinamos el bicarbonato con zumo de limón?

Otros de los remedios caseros que circulan por las redes es mezclar el bicarbonato con zumo de limón para el blanqueamiento dental.

El motivo de mezclar estos dos productos es que limón es un alimento considerablemente ácido que debilita el esmalte dental y deja a los dientes desprotegidos frente a cualquier elemento abrasivo, como el bicarbonato, que tras el efecto producido por el limón termina destruyendo las primeras capas de la superficie dental.

Pero incluso en este caso, esta arriesgada receta casera solo sirve para eliminar las tinciones externas del diente, es decir, aquellas manchas provocadas por hábitos como el tabaco o ciertos alimentos (café, té, vinos, frutos rojos, etc.).

No existe ningún elemento abrasivo, incluido el bicarbonato, que pueda alterar el color de, por ejemplo, un diente amarillo por naturaleza o con bandas de diferentes tonos (causadas por ciertos antibióticos durante la niñez). Para este tipo de casos es ineludible un blanqueamiento interno del diente, para lo que se hace indispensable acudir a una clínica dental profesional ya que, si un diente es amarillo, seguirá siéndolo por mucho que lo desgastemos con bicarbonato o dentífrico blanqueante. Además, en aquellos casos en los que las alteraciones de color sean muy manifiestas, ningún tipo de blanqueamiento será efectivo, ni siquiera el profesional, por lo que hay que recurrir a tratamientos más complejos, como las carillas y coronas.

En conclusión, cepillarse los dientes con bicarbonato de sodio ni es nocivo para el esmalte debido a su bajo índice de abrasividad, ni por esta misma razón es tampoco efectivo para el blanqueamiento dental. Si quisiéramos aportar un valor añadido a nuestro cepillado, sería más conveniente utilizar una pasta de dientes con algún principio activo, como el flúor, que fortalece el esmalte; el cloruro de estroncio o nitrato de potasio, que eliminan la sensibilidad; o la clorhexidina, que disminuye la inflamación de las encías, entre otros.